Chiara

Como dama de compañía, me veo a mí misma como una especie de proveedora de servicios. Soy una acompañante que intenta hacer pasar un rato feliz a mi huésped con mi carácter alegre. Por supuesto, las preocupaciones y necesidades de mi compañero también son muy importantes para mí y trato de escuchar. Incluso si no me veo necesariamente como un entrenador de vida, todavía quiero intentar transmitir algo a mis clientes. Mi atención debe ser de naturaleza espiritual y, por supuesto, también física. Porque ambos juegan juntos. Solo podemos armonizarnos físicamente si construimos una conexión espiritual entre nosotros. Cuando nos encontremos, te mostraré exactamente lo que quiero decir con eso.